Ana Caño-Delgado, investigadora del CSIC , coordina la iniciativa titulada Improving Drought Resistance in Crops and Arabidopsis, que trata de emplear las herramientas que ofrece la biotecnología para mejorar la resistencia de las plantas a la sequía. Durante los próximos cinco años, su grupo afrontará el reto de implementar el conocimiento molecular y proporcionar a la agricultura moderna cultivos mejor adaptados al cambio climático.
Los investigadores emplearán la señal de un tipo de esteroides vegetales en las raíces de la planta modelo Arabidopsis para investigar el mecanismo de la resistencia al estrés que produce la sequía. Ya han descubierto que plantas modificadas genéticamente son resistentes a la escasez de agua, lo que abre la posibilidad de profundizar en los mecanismos que confieren tolerancia a este estrés.
Para esta investigadora del CSIC, las plantas «pueden aportar no solo soluciones biotecnológicas a problemas sociales como el hambre, sino que además ofrecen un sistema modelo excelente para el estudio de procesos del desarrollo a nivel fundamental».
Fuente: CSIC
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