Producción de biol y determinación de sus características físico- químicas.


Autores: Maricela Pérez Méndez*, Esteban Peña Peña*, Salvador Amado Lago
Hechemendía*,Yamilé Batista Yero*, Amauris Hechavarría Hernández**

*Universidad de Las Tunas, Cuba

**Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Cuba

Resumen

Se realizó una investigación con el propósito de elaborar diferentes tipos de biol
y evaluarle diferentes parámetros físico-químicos para su empleo en la
producción de hortalizas como bioestimulante líquido foliar. La elaboración se
realizó a partir de la combinación de proporciones de tres tipos de estiércol
(bovino, cunícula y ovino) con restos de Árbol del Neem y raquis de plátano. Se
le realizaron a los bioles diferentes determinaciones físico-químico como pH,
conductividad y los principales macro y micronutrientes para las plantas. Se
observó que los bioles elaborados, no presentan uniformidad en cuanto a pH,
conductividad y contenido de macro y micronutrientes en función de la materia
prima que se empleó. Se destacan los bioles O1, O2, O3 y C1 fueron los que
presentaron mayores contenidos de potasio y de amonio, así como los V1, C3,
O2, O3 con mayor contenido de Ptotal.

Palabras clave: Biol, agricultura sostenible, bioestimulantes.

1-Introducción

La producción de hortalizas se ve afectada por diversos factores climáticos,
enfermedades y plagas, por lo que la agricultura cubana no ha podido garantizar
y asegurar la oferta de un producto de alta calidad de forma estable (Casanova,
2007).

Para lograr mejoras en las rendimientos se recurre en muchas ocasiones a los
agroquímicos y pesticidas. Por lo que la Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura (FAO), (2002) destacó que el uso
indiscriminado de agroquímicos en la agricultura, y en especial las hortalizas,
provoca efectos indeseados tanto en los humanos, así como en el suelo.

Sin embargo, han surgido técnicas agrícolas amigables con el ambiente, entre
las que se encuentran la utilización de biofertilizantes, que contienen
microorganismos benéficos para mejorar el crecimiento vegetal, además de
suministrar nutrientes y mantener la calidad del suelo, sin afectar los
rendimientos (Esitken, et al., 2009).

La utilización de biofertilizantes y estimulantes es una práctica en progreso y
aceptada por los productores; para este fin se emplean numerosos
microorganismos solubilizadores de nutrientes, hongos antagonistas del suelo
con efecto bioestimulante y hormonas vegetales que, en pequeñas cantidades,
logran efectos significativos (Noda, et al., 2016).

Varias instituciones científicas han trabajado en la obtención de diferentes
sustancias estimuladoras, entre los que se destacan: Enerplant, Ecomic,
Fosforina, Humus, Biol, entre otros.

FAO, (2013) recomendó la elaboración por los propios agricultores de
biopreparados con propiedades bioestimulantes y biocidas con la utilización de
insumos sencillos y procedimientos caseros. Estos pueden ser usados en
programas de manejo integrado de plagas (MIP) en complemento con otras
prácticas culturales, pues las plantas son más susceptibles al ataque de plagas
y enfermedades cuando entre otras cosas no tienen una nutrición en forma
equilibrada, por lo que se recomienda observar prácticas de manejo integrado
del cultivo.

Uno de estos productos es el biol, el cual es una alternativa natural, capaz de
promover y estimular el desarrollo de las plantas y sobre todo mejora y activa el
poder germinativo de las semillas (Huayta, 2006 citado por Montesinos, 2013).

Este puede ser diseñado y enriquecido en dependencia de las necesidades
nutricionales y fisiológicas que requiera el cultivo. Pude ser elaborado sin mucha
dificultad a través de un proceso de fermentación anaerobia con una válvula de
escape de gases el cual puede ser almacenado para su utilización como
biocombustible. Para ello se tiene en cuenta la disponibilidad de la materia prima
a utilizar, algunas de las más importantes son el estiércol de animales, restos de
alimentos, de cosechas, de podas, entre otras; a las que se les añade otros
componentes tales como: agua, melaza, leche y leguminosas (Callizaya, 2015),
y pueden añadírsele además otros componentes de origen natural que actúen
como repelentes contra plagas.

2-Materiales y Métodos

2.1-Proceso de fabricación de los bioles.

La elaboración del biol se desarrolló acorde con las indicaciones tomadas de
IPES/FAO, (2010). Se elaboraron 9 tipos de biol a partir del empleo de diferentes
fuentes y combinaciones de materias primas. La elaboración del biol comenzó el
día 16 de mayo de 2016 y culminó con la filtración del producto el 16 de
septiembre del 2016.

Los materiales, materias primas e instrumental empleados fueron:

Materias primas:

– Estiércol (vacuno, cunícula u ovino según la variante).
– Restos de ramas de especies vegetales.
– Agua destilada o agua de lluvia.
– Leche.
– Azúcar crudo.

Materiales y herramientas:

– Envases plásticos de 5 L de capacidad.
– Mangueras plásticas transparente.
– Jarra plástica graduada de 5 L.

– Balanza técnica digital marca Sartorius con capacidad máxima de 2200
g y precisión de 0,01 g.
– Espátula.
– Embudo.
– Envases plásticos desechables con capacidad de 1 L.
– Papel de parafina.
– Agua destilada o agua de lluvia.

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