Resumen: Seguimiento de la situación tras el accidente de la central nuclear de Fucushima, hoja de ruta, efectos, proyectos propuestos.
Palabras clave: Fucushima, nuclear, accidente, efectos, fases
El 16 de diciembre de 2011, Director General del OIEA, Yukiya Amano, emitió la siguiente declaración: el reactor de la central de Fucushima se encuentra en parada fría, estabilizado, completandose así el segundo paso de la hoja de ruta, tal y como tenían previsto.
Como resultado del accidente de la central nuclear, se liberaron sustancias radiactivas en el Oceano Pacífico, por ello, el OIEA está llevando a cabo un Programa de Cooperación Técnico en países de la región del Océano pacífico para controlar las sustancias radiactivas en el medio marin y en el que participan 21 estados. Para ello se celebró un taller sobre gestión de calidad en el manejo de datos y procedimientos de análisis, realizado en los laboratorios del OIEA para el Medio Ambiente en Mónaco del 21-25 noviembre de 2011.
Con el accidente, una considerable volumen de agua se contaminó por radiactividad en el Océano Pacífico.Sin duda, el agua contaminada puede afectar al medio ambiente marino y por ello los países de la región del Océano pacífico inició un proyecto para armonizar las diferentes medidas de los radioisótopos en aguas marinas, biota, sedimentos y materia en suspensión. Con la medición uniforme de los isótopos radiactivos en el océano se asegura la armonización y posterior comparación de datos. El proyecto logra así mejorar el intercambio de datos obtenidos en las mediciones del océano, y la información sobre el impacto potencial de estos radioisótopos y riesgos para la biota marina, así como en la población a través del consumo de alimentos marinos.
Hartmut Nies, Jefe de la Laboratorio radiométricas y Oficial Técnico OIEA, afirmó que que esperan que la enorme capacidad de dilución del océano Pacífico dará lugar a bajas concentraciones residuales de los radionucleidos en las aguas del océano de manera que cualquier contaminación significativa de las aguas marinas costeras de los alimentos no se producirá fuera de Japón.
Hasta la fecha, lejos de la costa japonesa solo se ha detectado Cs-134 y Cs-137, concretamente en el Océano Kuroshio.
Fuente OIEA
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